Luzaide-Valcarlos, 16 de abril de 2017
Si algo caracterizó el evento de este año fue la enorme afluencia de público que abarrotó la plaza y la calle principal, una vez más, hasta tal punto que dificultó en ocasiones el desarrollo de la comitiva en el pasacalles.
Como acudí a la hora justa, no pude coger sitio como otros años y me dediqué a tomar fotos entre el público alrededor de la plaza. Una pena, pues este año se estrenaban las mujeres bailando algunos jauziak junto a los hombres en las danzas centrales de la actuación, y lo hicieron formando doble corro: el interior con las mujeres y el exterior con los hombres.
Se dió así respuesta a la consulta popular cuyo resultado fue mayoritario a favor de que las mujeres bailasen las danzas que tradicionalmente solo bailaban los hombres: los jauziak.
Hay
que aclarar que las mujeres llevaban años bailando en este día, pero
solo lo hacían en el pasacalles y las contradanzas. A partir de este año
las mujeres toman mayor protagonismo igualando en lo posible su
participación.
En algunos de sus rostros se notaba cierta ansiedad y nerviosismo, pues los jauziak son danzas muy exigentes para los tobillos. Lo cierto es que lo hicieron muy bien y los jauziak que bailaron han aumentado la belleza de las coreografías.
Las protagonistas
A continuación, la mujer como protagonista en este día tan señalado; en homenaje a todas las amas y amatxis por su dedicación en el arte de la costura transmitido de madres a hijas, y por su paciencia en la elaboración de los trajes y vestidos, también por su buen gusto y buen hacer.
Desde aquí un pequeño homenaje a todas las neskas, para que poco a poco vayan ocupando el lugar que se merecen en este día, y en reconocimiento a sus labores, augurándoles un mañana mejor, porque el futuro es de ellas...
En el frontón
En familia
A lo largo del día surgen ocasiones idóneas para inmortalizar momentos con la cámara de fotos, guardarlos en la memoria... y en el álbum familiar.
Entre amigos y conocidos
El Domingo de Pascua en Luzaide es un día especial para saludar a los amigos y viejos conocidos que hacía tiempo que no se veían. Un lugar de encuentro idóneo para recordar anécdotas y comentar vivencias pasadas.
El público
Entre la gente que acude de diversas partes están los turistas que se alojan en las casas rurales; otros muchos, que ya conocen esta fiesta, suelen acudir de año en año. Los hay que haciendo el Camino de Santiago, venidos de muy lejos, se llevan una grata sorpresa por el bullicio y el colorido de los trajes. Todos ellos se van mezclando y a la tarde comparten asientos en el frontón para no perderse ningún detalle.
Los asíduos
Hay quienes acuden todos los años, llueva o nieve, unos para vender esos talos tan ricos, otros para registrar imágenes para sus archivos... Son rostros ya familiares que saludan con cierta complicidad.