Amaneció en Luzaide-Valcarlos una mañana caracterizada por las típicas neblinas que asomaban entre las laderas del valle tras una lluviosa y sonora noche.
Sofía, Itxaso y Arantxa
... y los chubasqueros.
Otro año más con mal tiempo; pero como dice el refrán... "a mal tiempo, buena cara".
Fernando
Peio y Aritz
Instantes previos antes de entrar al frontón. Son momentos de ansiedad y nervios.
Las más pequeñas se preparan formando las primeras filas que iniciarán el desfile.
Ya en el frontón, la entrada de la comitiva, con más de cien participantes, es impactante y a mí me suele poner la carne de gallina.
Este año, la afluencia de público ha sido mayor que otros años. Quizás el mal tiempo influyó en la decisión de los turistas para acudir a Luzaide; quizás también la publicidad que supuso la declaración de Bien de Interés Cultural por parte del Gobierno de Navarra.
Sea por una razón u otra, cada año la participación de bailarines y público ha ido aumentando progresivamente, así como de aquellos que no quieren perderse detalle portando todo tipo de cámaras de fotos y vídeos para documentar el evento.
Manolo.
Blanqui y Manolo.
Las madres tienen un especial protagonismo preparando los trajes con semanas de antelación; cosiendo broches y cadenas en las pecheras, entrelazando las cintas en los pantalones, adornando boinas, mangas y cuellos; planchando pliegues casi imposibles, y un largo etcétera.
En el desfile inicial, las mujeres anteceden a los bolantes bailando los mismos pasos.
Entre danza y danza es el momento de presenciar a los 'makilariak' bailando a la vez que hacer girar sus makilas, o palos, alrededor del cuello, para después lanzarlas al aire.
Primero lo hacen los 'makilari txikiak' o pequeños makilaris, que ya vienen empujando para hacerse un hueco en la fiesta.
Mientras, los bolantes se toman un respiro para aliviar los tobillos sobrecargados.
El patrimonio cultural de estas danzas cuenta con un amplio repertorio entre las que destacan dos coreografías: Euskaldunak y Sorgiñak. Se bailan hacia la mitad del espectáculo, cuando los bolantes se colocan frente al público, con la primera en formación de dos filas, para terminar con la segunda todos juntos en una sola fila.
Después, aparecen en escena los 'makilari zaharrak', o makilaris adultos, ofreciendo sus habilidades ya pulidas por años de experiencia.
A la mañana, y como colofón al desfile final, se acostumbra acabar con las 'kontra-ddantzak'. Son cuatro danzas que se bailan en parejas, normalmente formando coreografía en cuatro o cinco grupos de dos parejas cada uno.
El espectáculo termina como empezó, con un desfile de despedida en el que vuelven a abrir la marcha los 'zapurrak' con las dos 'gigantas'; después vienen los dantzaris y makilaris txikis, cerrando los mayores acompañados por los músicos.
Toda la comparsa da varias vueltas al recinto mientras se despiden saludando algunos con sus manos y otros haciendo girar las boinas por encimas de sus cabezas.
Toda la comparsa da varias vueltas al recinto mientras se despiden saludando algunos con sus manos y otros haciendo girar las boinas por encimas de sus cabezas.
Agurrak
Karrika anaiak
María
Iurre
Eduardo y Mikel
Julen
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